Niebla, lo que se dice niebla de verdad, creo que tenemos en Londres, Lérida y Zaragoza. Lo demás no creo que sea niebla de la de joder. Esa niebla que además de no dejar ver, cala y te mete el frío en los huesos es de las que casi imposibilitan a tener ideas maduras y en positivo. Tal vez por eso Londres y Lérida se quieran ir de Europa, lo malo es que Zaragoza no sabe bien a donde irse.
Los que vivimos en el hondo envueltos en papel de celofán al que llamamos niebla estamos condenados a quedarnos en el hondo. Aunque también hay que decir todo, desde el hondo se puede construir muy bien proyectos de futuro, pues la niebla impide que pensemos en otra cosa que no sea en el ensimismamiento de lo que envuelve. Y desde ese recogimiento por el frío y la niebla, se debe pensar con más calma. ¿Habéis probado?