Podemos no cambiar, pero eso supone renunciar a todo lo que no conocemos que es mucho.
En realidad no cambiamos por nuestro propio miedo, pero no se lo digas a nadie.
No te lo digas ni a ti mismo, el miedo produce mas miedo.
¿Qué habrá ahora mismo en otro lugar diferente al tuyo? ¿Qué se podría conseguir si lo intentaras?
No lo podemos imaginar. O sí. Hay de todo. Está todo. Incluso lo que no sabemos imaginar. Incluso lo malo.
¿Es la hora de cambiar?
Lo que sucede es que cambiar supone dejar lo que ahora estás haciendo, lo que vives ahora. No es tan sencillo como ir al encuentro de todo lo nuevo que no conoces, hay que elegir. solo una cosa por vez.
Y hay que abandonar lo que ahora tienes.
¿Y si se nos rompe la hora y no sabemos volver al lugar en el que estamos ahora?
No se puede estar allí y aquí a la vez.
¿Cambiamos de página y seguimos igual que antes?