Las diferencias entre una empresa PYME que funciona y otra empresa que fracasa no son tantas y a veces son tan obvias que deberíamos pensar en ellas antes de lanzarnos a crear una empresa sin los conocimientos suficientes de los problemas más habituales. Te recuerdo que todos los problemas tienen soluciones si los detectamos antes de que sean imposibles de resolver, antes de que nos ahoguen.
Veamos seis detalles imprescindibles, que diferencian una empresa PYME que tiene más posibilidades de funcionar bien, de una que lo va a tener realmente mucho más complicado.
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Algo lógico y obvio y sobre todo que debería pensarse bien antes de iniciar una empresa es la financiación, comenzar totalmente endeudado es un claro riesgo que nos llevará posiblemente al fracaso. Hay que dominar tus propias finanzas, los primeros seis meses siempre son malos, no hay facturación, hay riesgos, no podemos estar solo en manos de los Bancos, de los proveedores y de la familia o amigos. Cualquier viento suave que venga de frente nos podría tumbar. Hay que tener una Caja algo saneada antes de comenzar, y hay que planificar muy bien las necesidades de liquidez de los seis primeros meses. Si tenemos que volver a pedir crédito en los primeros meses, la situación será complicada de salir y eso nos llevará un retraso de más meses en la rentabilidad mínima.
No se trata SOLO de tener una buena idea de negocio, de mercado, un producto diferente y mejor, más barato y con más calidad. HAY QUE SABER VENDER ESE PRODUCTO sea del tipo que sea. Vender es más importante que fabricar algo diferente, al menos los primeros tiempos de funcionamiento. Cuando un producto o servicio está ya asentado se vende casi solo, pero si hay que incidir en un mercado en donde no te conocen, saber vender es fundamental.
Todos los negocios tienen que tener unos procedimientos medibles que sean el fundamento de la empresa. Nada funciona por que sí. Hay que tener un Plan de Productividad, un Plan de Calidad, un Plan Contable interno casi diario que te diga si lo que fabricas y vendes es suficiente, encaja en lo que necesita la contabilidad interna de tu empresa. Hay que detectar antes de que sea inevitable, cualquier disfunción de flujos de caja o de trato con los clientes y proveedores, de movimientos de tu competencia, del trato con tus clientes, de sus necesidades cubiertas o sin cubrir.
Es fundamental tener un buen EQUIPO de personas alrededor de tu empresa. Sean colaboradores internos o externos, sean proveedores, banqueros o vendedores ajenos al organigrama, incluso contando con la familia que convive contigo. Una PYME que empieza funciona, si dispone de buenas personas que tienen cintura para moverse con urgencia ante posibles problemas, para adaptarse a los momentos. No se trata de cambios para la próxima semana, sino cuando se empieza, de cambios en horas. Hay que saber motivas, enseñar, explicar, gestionar lo que se ordena. Hay que saber delegar y eso es complicado.
La tecnología puede marcar la diferencia entre tu competencia y tus nuevas ideas. La competencia lleva tiempo montada y tiene que soportar en estos tiempos con tantos cambios, unas tecnologías y sistemas de trabajo que pueden ser ya viejos. En cambio tú, al entrar nuevo, puedes adaptar tecnologías de control y fabricación, de servicio que son novedosas. Máquinas o técnicas, formación y personas que son elegidas según el modelo más actual. Internet, digitalización, nuevas tecnologías.
Ama tu proyecto, diviértete trabajando en tus ideas, ten cintura para admitir los errores, cuenta con una cueva de tranquilidad que sea suficiente ante los malos días, que seguro que vendrán. Y ponte una meta clara. Lo importante no es repartirse beneficios, lo único importante es que tu empresa sea fuerte, mayor, capaz, y se logre asentar en su nicho de trabajo y servicio.