4.5.12

Análisis de la cuyuntura económica en España, mayo 2012

Estamos ya en mayo del 2012 y ya disponemos de los datos de la evolución económica de abril 2012. En resumen: Seguimos en caída y no lo hacemos solos. Mal de muchos, consuelo de nadie.
El desempleo parece dar un respiro, con una bajada en el número de personas paradas de 6.632 nuevos ocupados, y un aumento de la afiliación a la SEguridad Social de 16.549. Pero, pensar que estos datos son positivos es estar bastante equivocado. Abril es un mes que, por la Semana Santa, hace siempre aumentar el empleo (en base a contratos temporales, 90% creo que ha sido esta vez, pero que por desgracia son destruidos meses después tras el verano).
Tenemos dos variables para observar como este dato en teoría positivo es mucho peor de lo que podríamos imaginar: La tasa de crecimiento del paro aumenta —del 9,6% que teníamos en marzo— al 11,1% en abril 2012. La destrucción de empleo, por  tanto se intensifica y una velocidad muy alta. Por otro lado, podemos mirar el dato en términos desestacionalizados, donde el paro aumentan en poco más de 70.000 personas, y la afiliación cae en unas 72.000 personas.
Esta imagen, donde se ve la evolución interanual desestacionalizada del total de afiliados, explica por si sola donde nos encontramos. Y sí, da mucho miedo.

Por otra parte salieron los PMI de manufacturas e industria.
En ambas variables en España caemos, por lo que no solo la industria (donde caemos 1 puntos hasta el 43,5) y el sector servicios (donde caemos 4,2 puntos, hasta el 42,1) disminuyen su producción, sino que lo hacen a un mayor ritmo. Este mes, Italia, Francia y Alemania se han visto también abocados al descalabro, y cualquier aumento positivo de meses anteriores está ya demasiado olvidado. El total de la Eurozona cae 2,4 puntos, hasta el 46,7 (menos incluso de lo que s había previsto).
Ahora viene una época de verano donde puede que la cosa mejore levemente. Si sigue ha este ritmo, desde luego, dudo mucho que sea capaz de levantar el sistema lo suficiente, para que cuando vuelva el otoño esto no sea un desastre, pero tendremos que esperar. La cosa se pone difícil.