Cuando Europa se empieza a fijar en el crecimiento como oposición a unos planes de austeridad que no han conseguido funcionar bien del todo, comienzan a salir voces diciendo que en realidad no ha habido tal austeridad. ¿En serio hay quien piensa que no hemos entrado en un periodo de austeridad sin medida?
Para demostrarlo, te muestran gráficos donde el gasto público no ha parado de aumentar, o donde el ratio de la deuda/PIB no ha parado de aumentar, como si eso fuera la muestra y conclusión evidente de que, efectivamente, no se han hecho planes de austeridad.
Desde luego, cualquier que escriba o arguya algo así se saltó las clases de “economía coyuntural” que te enseñan la diferencia entre el déficit cíclico y el estructural.
Una cosa es el déficit que esté en manos del gobierno cambiar (cambios impositivos, planes de estímulo…) y otra el déficit que finalmente haya en una economía. ¿por qué?, pues porque la propia economía condiciona el déficit final. Una economía que no crece no genera ingresos públicos y dilapida el déficit con gastos por protección social y de desempleo. El déficit es azotado por las condiciones cíclicas de la economía.
Lo que el gobierno decide modificar es el déficit estructural, que es, de hecho, y por definición, “aquello que no se ve afectado por el ciclo”.
Imaginemos que un gobierno decide subir impuestos. Por tal hazaña baja la actividad económica y finalmente bajan los ingresos tributarios. Alguno con pocas luces podría ver entonces el gráfico de ingresos públicos, ver como van bajando y decir: Ven, el estado no hizo ningún plan de austeridad, no hizo ningún plan para intentar bajar el déficit.
¡Mec! Error. Vuelva a la casilla de salida.
De hecho, que el déficit baje menos de lo esperado es una muestra de que la austeridad no está funcionando, no de que no se haya aplicado austeridad. Lo que pasa es que a los adalides de la austeridad no les gusta que se les diga que esa política no funciona si se aplica en conjunto. Prefieren negarla, como hizo Pedro con Jesús.
La austeridad, como decisión política, no puede medirse mediante el gasto público finalmente acaecido, o con el déficit público. No, se debe medir con el déficit estructural. Al menos si quiere que su estudio tenga validez científica (si no quiere y solo quiere plagar de falacias intelectuales la red, entonces haga lo que desee).
Ya solo queda mirar los datos del FMI (pg. 9) para ver entonces qué ha pasado con el déficit estructural:
Caídas generalizadas: Apuesta grande por la austeridad.
Huelga decir que la cifra de 2012 y 2013 son estimaciones, basadas en los planes gubernamentales.